Las figuras de San Miguel Arcángel son de mis preferidas por su forma icónica de mostrarnos el Juicio Final, el monstruo del demonio atravesado por lanzas y vencido a los pies del Bien, la Justicia divina que muestra a seres pequeños comparados con el Demonio y con San Miguel, en una escena de teatro clásico maravilloso. Daría igual el siglo y la localidad, hay pocos cambios en este teatro.
Este San Miguel Arcángel es de la iglesia parroquial de Otal (pueblo abandona de Huesca, cerca de Broto), hecho sobre tabla al óleo, y está datado entre 1510 y 1520.