El artista Ramón Bayeu y Subías es el menos conocidos de los tres hermanos Bayeu, junto a Francisco Bayeu y Manuel Bayeu. Tal vez por dedicarse más a la pintura de cartones para tapices y grabados que a la pintura, lo que en años posteriores fue menos valorado, o por ser el menos de los tres hermanos y crecer artísticamente a su sombra.
En Zaragoza, en el año 1780 aceptó el encargo de pintar las tres bóvedas de la catedral del Pilar, para las que interpretará los temas Regina Virginum, Regina Patriarcharum y Regina Confesorum. Cuatro años antes le habían denegado ser Pintor del Rey. Ramón Bayeu es considerado el mejor cartonista de su tiempo, después de su propio cuñado Francisco de Goya.