Bailemos al son de la lluvia, movámonos en compañía para sentir la calidez del toque humano.
Mojémonos con la alegría que nos entrega el saber que todo momento puede ser único y especial.
Mojarse en la vida es inevitable, pues lo peor de todo es esconderse para que los riesgos de la lluvia no lleguen a impregnarnos de vida húmeda.
Mojarse en la vida es inevitable, pues lo peor de todo es esconderse para que los riesgos de la lluvia no lleguen a impregnarnos de vida húmeda.
Cuando la lluvia suena es que está calando entre nosotros y nos abre la esperanza hacia un nuevo tiempo.
Todos los tiempos nuevos se inician con una fuerte lluvia de ideas, trabajos o sensaciones. Mojarse es imprescindible.