Ante el Arte a uno le pueden caber todo tipo de preguntas con respuestas muy fáciles o imposibles. Depende de días y de estados emocionales. Miquel Barceló es un genio como antes lo fueron muchos otros en la España que sabe "hacer" artistas rompedores. Ejemplos tenemos muchos pero Barceló en la Catedral de Palma ha dejado para las dudas el ejemplo claro de que es distinto y un genio.
En Málaga, en el patio de su Museo "fabricó" una performance y una obra pictórica entre él como pintor y Pascal Comelade como músico al piano acompañando la performance. Apoyando a su exposición actual en el Museo Picasso de Málaga quiso dejar constancia de la creación de una obra de arte efímera, para que Málaga pudiera disfrutar por unos minutos de una obra de Barceló. Solo unos minutos.
Con la presencia de un nieto de Picasso presidente del Consejo Ejecutivo del Museo Picasso y ante un lienzo de 40 metros cuadrados, con un número de herramientas para pintar que ya indican que aquello iba a ser una obra de Barceló y que se van a utilizar diversas formas de pintar "con agua" comienza la construcción de la obra pictórica "Despintura Fónica" manchando de ¿color negro? la tela con diversas manchas, rayas, formas, estructuras en casi movimiento que van configurando una especie de seres en sombras que observa a los espectadores elegidos para ver el evento.
En realidad está pintando con agua sobre una tela preparada, que en 20 minutos de trabajo con una elegida música de fondo ha logrado crear un paisaje de figuras que casi llenas el cuadro. Ahora restan otros 20 minutos más —que dependen de la temperatura y el ambiente— para que al ritmo de la música y mientras todos contemplan en silencio la obra, esta se vaya disolviendo poco a poco, desapareciendo de la tela, para dejar el vacío. Durante unos minutos Málaga tuvo un Miquel Barceló de 40 metros cuadrados.
Todos nos tenemos que ir de este mundo. Los que seguimos y tenemos cierta edad ya hemos visto marchar antes a familiares y amigos. Nos vamos y dejamos el vacío durante un pequeño tiempo. Mientras tanto, hemos tenido la importancia "de estar" y de ocupar un espacio. Pero todo desaparece.