¿Y al final… qué somos? Nos vamos cayendo a trozos por la vida y nadie nos los recoge por si nos interesara recomponernos, así que sin darnos cuenta nos vamos quedando en nada, a costa de mantener los trozos más interesantes de cada uno de nosotros.
Nuestros trozos, los que van quedando, siguen recordándonos que fuimos así, y que parecemos seguir siendo así. Pero en realidad si alguien hubiera recogido los trozos de nosotros mismos, los que se nos caen al suelo, podrían montar un otro yo y cuidado… igual era más interesante que el que creemos original.
De entrada cuando se me cae algún trozo del YO al suelo, me acerco y li piso con rasmia, para que nadie lo recoja, Por si acaso.