El fotógrafo y cineasta Paul Strand fue uno de los precursores en la llamada "Fotografía Directa" o Fotografía Pura, una escuela teórica de fotografía artística que buscaba el instante aunque los personajes posasen pero sin indicaciones. Se creaban escenas pero no las creaba o montaba el fotógrafo, sino los propios protagonistas. No se trataba de cazar instantes precisos sin ninguna intervención, sino escenas naturales al no intervenir excesivamente el artista.
El neoyorquino Paul Strand empezó en la escuela de niños a recibir clases extraescolares de fotografía y con 12 años ya tenía su primera cámara. Con poco más de 20 años inicia un viaje por Europa en donde ya definitivamente decide ser fotógrafo de esa sociedad que veía tan extensa, compleja y distinta entre sí, y a la que deseaba mostrar con sus obras. Quería ser pintor con su cámara fotográfica y retratar el mundo.
El profesor del joven Paul Strand, sociólogo y fotógrafo Lewis Hine llevó a sus alumnos a visitar la entonces famosa Gallery 291 de Alfred Stieglitz en New York donde el joven Paul Strand conoció el trabajo de fotógrafos pictorialistas como Julia Margaret Cameron, Gertrude Kasebier o Clarence Hudson White.
Este primer contacto con el mundo del arte fue de la mayor importancia en la vida del joven Paul Strand y decide convertirse en fotógrafo emulando a Edward Steichen y Clarence White en su concepto del arte fotográfico.
En aquellos primeros años del siglo XX la fotografía trataba de seguir los caminos abiertos por la pintura en sus tratamientos finales, empleando foco suave o desenfoques, diafragmas muy abiertos y composiciones muy teatrales.
En aquellos primeros años del siglo XX la fotografía trataba de seguir los caminos abiertos por la pintura en sus tratamientos finales, empleando foco suave o desenfoques, diafragmas muy abiertos y composiciones muy teatrales.