Este busto del Cristo Coronado de Espinas del año 1782 realizado por el escultor platero Pedro Fuertes fue mandado realizar el 9 de julio de 1780 por la Junta del Capítulo Eclesiástico de la Parroquia de San Felipe y Santiago de Zaragoza a propuesta del mecenas Baltasar de Garro para servir como estatua del Ecce Homo en la iglesia y que se pudiera montar en una peana para sacarlo en procesiones.
El maestro platero Pedro Fuertes lo hizo sobre un modelo de Manuel Guiral y aprovechando un medio cuerpo de plata de Santa Indulta del siglo XVI. Este busto procesiona en la Semana Santa Zaragozana montado en una peana y portado por ocho personas de la Cofradía de la Coronación de Espinas.
Representa a Cristo que, tras la coronación, acepta con serenidad el suplicio inclinando su cabeza. Entre las manos lleva la caña que le fue entregada a Jesús, junto con la corona de espinas impuesta en su cabeza, a modo de cetro para la burla y escarnio de los soldados romanos a la voz de ¡Salve Rey de los Judíos!