Distopía utópica en Bilbao, o realidad reciente en una ciudad hermosa que sabe jugar con las tormentas y las luces apagadas y grises. Claro que… siendo que todas las distopías pueden parecer utópicas, con los tiempos que movemos casi diría yo que todo es posible y sin que nos demos cuenta. Si un día el virus que vuelva se nos cepilla dejaríamos todo inacabado, presa del poder de la naturaleza, alzado sobre la nada como ejemplo de lo que fuimos capaces de hacer y lo poco que supimos hacer para conservarlo y conservarnos nosotros mismos. Una distopía, una situación no deseable para nosotros como sicedad se puede dar en Bilbao o en Anzánigo, nunca nadie está libre del contagio de la tontería y la incapacidad para resolver. Pero siempre quedarán los metales, la belleza de esa utópica distopía.
17.3.21
¿Y si las distopías imposibles se volvieran tormentas de una noche final?
Distopía utópica en Bilbao, o realidad reciente en una ciudad hermosa que sabe jugar con las tormentas y las luces apagadas y grises. Claro que… siendo que todas las distopías pueden parecer utópicas, con los tiempos que movemos casi diría yo que todo es posible y sin que nos demos cuenta. Si un día el virus que vuelva se nos cepilla dejaríamos todo inacabado, presa del poder de la naturaleza, alzado sobre la nada como ejemplo de lo que fuimos capaces de hacer y lo poco que supimos hacer para conservarlo y conservarnos nosotros mismos. Una distopía, una situación no deseable para nosotros como sicedad se puede dar en Bilbao o en Anzánigo, nunca nadie está libre del contagio de la tontería y la incapacidad para resolver. Pero siempre quedarán los metales, la belleza de esa utópica distopía.