Cuando uno quiere huir, no siempre sabe bien el camino. ¿El oscuro? ¿El de muchos colores y posibilidades? ¿El que no lleva a ningún sitio? ¿O tal vez nos quedamos quietos a esperar que sea el camino el que venga a por nosotros? ¿Quedarnos mirando a la pared es un camino?