Se puede hablar con sonidos, expresarnos con letras de muy diversos alfabetos, con metales, maderas, pigmentos, con movimientos y miradas. Lo podemos hacer con las manos, con los pies, con los ojos, con el cambio de posición de nuestra mirada. Expresarnos es uno de los elementos básicos que todos los animales necesitamos tener siempre con nosotros.
La dureza del día jodido se pude mostrar con unos metales, con unos colores fríos y potentes, con unas formas ásperas y nada amables, con el silencio, con las texturas rotas, con gritos sin gritar. Cada persona, incluso cada animal, encuentra la forma de expresar su dolor, su sordina callada por fuera, inmensa por dentro.