Si somos capaces de mezclar el humor doloroso de Goya y Quino nos puede salir un retrato de la sociedad muy parecido. No hay tanta distancia entre Argentina y España y Aragón, entre las Pinturas Negras, los Desastres de la Guerra y los Dolores de las Sociedades que retrataba Quino.
Simplemente eran artistas que estaban en la calle, que sabían qué se debía retratar, dar a conocer, ponerle el dedo del artista en la llaga social de las injusticias.