Calma. Nunca hay que escapar por si fuera hiciera más frío.
Calma. Nunca se debe notar que escapamos.
Calma. Nunca hay que irse sin la mirada al frente y erguidos.
Calma. Lo importante es no caerse mientras se huye.
Calma. Tal vez lo mejor sea no irse y plantar cara por si el abismo nos espera fuera.
Calma. ¿Y si aprendiéramos a convivir con la derrota?