En los últimos tiempos la Libertad de Expresión se duda, de entrada además de miedo produce dudas. ¿Para qué la necesitamos? dirían algunos. Y en cuanto se duda de la Libertad siempre es el Arte uno de los primeros damnificados.
La pintura el cine, el teatro, la literatura, la poesía con o sin música producen miedo a los que se creen que la Libertad de Expresión es peligrosa.
En Madrid, en el Madrid de Lavapies del otoño de 2020 dentro del Festival C.A.L.L.E. han censurado —o literalmente han borrado después de verse unos días— esta imagen que vemos arriba con tres policías deteniendo a un Robot. ¡¡Uff!! un robot, esto tiene miga.
Y el Artista Urbano Guillermo J. Bueno ha visto borrar su obra de una calle por peligrosa. Podría incitar a la violencia contra los robot. Una obra que ya ha pasado al pasillo de la Fama.
La excusa es perfecto. El Ayuntamiento ha dicho que ha realizado un seguimiento en Redes Sociales de la obra y ha detectado que podría incitar a la violencia. Es decir, la última palabra la tienen las Redes Sociales. Si algo no gusta, aunque se critique con violencia, hay que quitarlo para evitar la violencia.
En verdad, seamos sinceros, si tenemos que criticar todo lo que se critica en las Redes Sociales de internet… jodo… os quedáis cuatro y encima ninguno de estos lleva guitarra. Jodo petaca que aburridas van a ser vuestras vidas.