No sé si existes tú, simplemente porque incluso dudo de si existo yo.
Tal vez seamos ambos una manera de movernos por la nada, dejando olores y sabores flotando,
entre otros muchos perfumes desconocidos.
No sé a donde voy ni sé por qué me muevo así.
Me dejo llevar y te encuentro todos los días.
Con eso me doy por muy satisfecho.