Dibujar es algo tan sencillo que lo saben hacer hasta los niños, así que es imposible que te digas a ti mismo que no sabes dibujar y que por eso no dibujas. Puedes buscarte otra excusa —eso sí— como que no te gusta. Pero saber no es necesario.
Dibujas es tan sencillo y tan simple como escribir, pero en vez de con letras…, con rayas, sombras y manchas.
Nacemos sabiendo manchar con los dedos un papel vacío. Nunca se nos olvida, si acaso nos da apuro seguir manchando papeles.
¿Que para qué sirve dibujar? Para disfrutar con ello. Para volver a ser niño. No es nada más, ni nada menos.