Nacer es asomarse, es romper, tomar luz y aire y empezar a saltar; es brillar y dar color, es también crecer desde el mismo momento en que sales a mirar el exterior y es el ambiente el que te mira a ti queriendo influenciarte.
Crecemos a golpe de experiencia y de suspiros, de penas que sabemos sortear, de saltos en el vacío y de miradas furtivas a nuestro entorno. Nacer es empezar a morir.