Todos soñamos cuando estamos dormidos y la mayoría incluso cuando estamos despiertos. Cuando somos capaces de inventarnos modos, formas, escenarios irreales, posiciones ilógicas, cuando podemos abstraernos y volar, estamos viviendo experiencias surrealistas.
Poder llevar estas ideas sueños al campo artístico, hacerlas realidad para que otros puedan observarlas o vivirlas es crear arte surrealista.
Poder comportarte según tus sueños es volver real algunos componentes surrealistas que dejan de serlo.
Cada vez que consigues hacer reales tus sueños, estás convirtiendo el surrealismo en vida, recuperas las ideas y les das vuelo y vida.
Si intentas que los demás comprendan todos tus pensamientos surrealistas, te confundirán con un loco pero si consigues que esas ideas tengan forma, conseguirás convencerles de que es posible la utopía de lo irreal.