Esta obra del artista francés Marcel Lenoir es del año 1925 y muestra a un Cristo yacente bajándose de la cruz para proceder a su entierro. La composición de la pintura se organiza en torno al arabesco trazado por el cuerpo de Cristo cuya blancura cadavérica se opone a la ropa de luto de otros personajes.
La obra está marcado por la flacidez del cuerpo de Jesús apoyado por la imponente masa de las cuatro santas mujeres: a la izquierda María Magdalena de pie e impresionante; de pie María su madre llorando reconocible por su halo de santidad; abajo, a la derecha, María la madre de Santiago sujetando las piernas de Jesús; y en el centro la cuarta mujer, doblada, apoyando con todo su cuerpo la pesada carga del cuerpo de Cristo en este momento trágico en la vida de todo ser humano. La muerte y la total debilidad humana.
El trabajo es riguroso, llamativo con sobriedad y que le da a la pintura una emoción patética. Es una obra mezcla de cubismo, románico, impresionista o místico, o sin duda un poco de la influencia de todas estas tendencias artísticas.