¿Cómo dibujas o pintas tú? Sí, quiero preguntarte por cómo sujetas la herramienta, el lápiz, el carboncillo, el pincel o la pintura con la mano. Hay varias formas de hacerlo y a veces pensamos que cada uno de nosotros tenemos la propia, la que mejor se adapta a nuestra mano o a nuestra forma de dominar el trazo. Pero no siempre sabemos si esa es “la mejor” forma.
Por ejemplo, sabemos que es mejor un lápiz o un pincel sujetado con delicadeza, como si fuera una pluma de ave, suave, moviendo la herramienta con cuidado de no romperla. Ya, lo sé, no se rompe nunca, pero es una forma de explicarme.
Esta forma va muy bien para los utensilios gruesos y con bastante peso y carga de color pues les ayudas “a flotar”sobre la base, sobre el papel o el lienzo. Ellos van dibujando sin que nosotros hagamos presión sobre ellos y el lienzo. Les dejamos que simplemente recorran suavemente con su trazo.
Sobre la base o papel podemos tener como guía y ayuda para que discurra por encima del lienzo, ayudando en la dirección del trazo algún dedo de la mano, bien el pulgar, el meñique o incluso un apoyador.
Yo recomiendo el meñique o el apoyador, el apoyo (en cada zona lo deben llamar diferente) en mi caso es una tabla como la que dejo arriba en la imagen. También los hay que son un palo tipo bastoncillo que sea largo si dibujas o pintas en vertical.
Hay personas que siempre dibujan en horizontal, pero otros artistas dibujan o pintan en vertical. Son métodos diferentes y cada uno logra trazos distintos, y expresividad en el dibujo bastante diferente. Y aquí sí que cada persona decide según sus habilidades y lo que desea transmitir, una forma u otra de trabajo.
Y el sistema de apoyo según trabajen en horizontal o vertical será distinto. Sobre la mesa, en horizontal, la imagen te muestra un utensilio muy útil pues colocado encima del lienzo o papel te permite ser muy limpio y además te ayuda a que puedas discurrir la mano sobre la madera para hacer líneas "casi" rectas. En este casi el pulgar sirve de guía para que la mano discurra con el lápiz o el pincel.
Como decíamos siempre: "Cada maestrillo, tiene su librillo".