El nacimiento de la fotografía obligó a la pintura a buscar sustitutos a su representación de la realidad. ¿Y ahora en el siglo XXI qué nos empuja a seguir buscando sustitutos artísticos a la abstracción?
A veces nos preguntamos qué Arte es el que quedará del siglo XXI, cuando en realidad estamos comenzando su andadura aunque ya estemos en el 2020. Hoy todo parece Arte muy efímero, sin consistencia, arte de usar, mirar, disfrutar y tirar.
Pero hay una disciplina artística que sin duda quedará por su contenido, su complejidad, su adelanto a todo lo hecho con anterioridad. Son los vídeos musicales, los spot o anuncios. Contienen dentro todas las disciplinas artísticas con todos sus adelantos en comunicación y trasmisión.
Hay fotografía, literatura, teatro, pintura, música, saben atrapar al espectador, lo motivas y le inquietan, lo mueven por dentro e incluso por fuera, son recordados, forman un mundo expresivo nuevo que busca una meta clara que es el consumo además de la motivación e incluso la felicidad.
En 20, 60 ó 200 segundos logran crear una historia, atrapar al espectador, montar un escenario ficticio, y en esos segundo crear un “cuadro” que se mueve y se escucha y que todavía no es posible colgar en la pared, pero que goza de la ventaja de que su contemplación es gratuita en la mayoría de los casos. Siempre muy viral y accesible.
Ya no son obras de Arte para tener en propiedad solo una pequeña parte de las personas con dinero, tampoco es una obra de Arte para estar colgada en Museos (de momento), pero accede a los gustos de la gente joven, y se mueven a sus ritmos, contando qué es y cómo vemos la sociedad actual.
Cuando hablamos del final de la pintura como manifestación artística predominante, tal vez los pequeños vídeos sean sus sustitutos naturales. Ya iremos viendo. O iréis viendo vosotros.