Esta fotografía excelente de Samuel Sánchez para El País es un auténtico cuadro de Antonio López en fotografía social y contemporánea. Una obra de arte con una mirada interior dramática y triste, urbana pero a la vez casi celestial, futurista, demoledora. ¿Cómo no hemos sido capaces de evitarlo?
No es un Madrid vacío, sigue estando igual que siempre. Los semáforos siguen estando rojos prohibiendo el paso, la lluvia sigue reflejando sobre el gris muchos más grises, y los edificios siguen en pie. Pero poco a poco los animales se van apoderando del urbanismo. Ya todos hoy, somos un poco más viejos.