El dibujo es mucho más que un arte menor, es sobre todo un procedimiento de boceto para grandes pinturas y un método de arte con mayúsculas para reflejar ideas terminadas donde las formas imperan sobre el color o sobre las grandes muestras artísticas. Sin dibujo no hay arte, aunque sea en algunos casos incluso dibujo poco expresionista y en apariencia poco trabajado.
Este dibujo es de Velázquez, uno de los pocos que se han conservado de este importantísimo artista. Sirvió de boceto para retratar al Cardenal Gaspar de Borja y Velasco entre los años 1643 y 1645. Diego Velázquez ya tenía más de 40 años, era maduro y seguía utilizando aunque no se hayan conservado, dibujos para preparar sus obras.
En aquellos años un pintor era un contratado como lo puede ser ahora un fotógrafo de estudio, al que los grandes personajes no estaban dispuestos a dedicar mucho tiempo para posar. Así que había que tomar bocetos rápidos dibujando el rostro y las facciones, para luego en el cuadro terminar de esbozar los parecidos con visitas rápidas en muchos casos, fueras Goya o Velázquez.