En el ARTE sucede lo mismo.
Hay que insistir con SERIES similares, con temas elegidos a los que les vamos exigiendo cada vez más y más. Hay artistas que (casi) toda su vida la han dedicado a un tema muy concreto.
Aprendemos de todo lo que nos va rodeando en nuestra vida, y vamos aprendiendo de ese “algo” elegido por nosotros a base de insistir, de repetir, de mirar y remirar lo mismo siempre, desde muy diversas ópticas, puntos de vista, añadidos o restados, hasta dejar pulido y abrillantado el tema.
Los artistas que logran salir de su zona de confort se instalan en otra zona de confort más compleja que les permite ampliar sus conocimientos sobre ella. Eligen una temática, la exploran hasta casi agotar sus posibilidades, le dan la vuelta, la miran desde distintos puntos de vista.
Aprendemos de todo lo que nos va rodeando en nuestra vida, y vamos aprendiendo de ese “algo” elegido por nosotros a base de insistir, de repetir, de mirar y remirar lo mismo siempre, desde muy diversas ópticas, puntos de vista, añadidos o restados, hasta dejar pulido y abrillantado el tema.
Los artistas que logran salir de su zona de confort se instalan en otra zona de confort más compleja que les permite ampliar sus conocimientos sobre ella. Eligen una temática, la exploran hasta casi agotar sus posibilidades, le dan la vuelta, la miran desde distintos puntos de vista.
De esa exploración repetitiva, de ese insistir en la temática van saliendo cada vez aspectos y puntos de vista que al principio ni tan siquiera imaginábamos.
Pongamos un ejemplo muy sencillo. Vamos a crear series de fotografías de ventanas.
En un principio nos gustarán todas las ventanas que se salgan de lo habitual. Y le añadiremos nuestro punto de vista y el tratamiento que nuestra formación crea más conveniente.
Pongamos un ejemplo muy sencillo. Vamos a crear series de fotografías de ventanas.
En un principio nos gustarán todas las ventanas que se salgan de lo habitual. Y le añadiremos nuestro punto de vista y el tratamiento que nuestra formación crea más conveniente.
Pero poco a poco iremos explorando el mundo de la ventana hasta convertirlo casi en una obsesión.
¿Ventanas rotas?
¿Ventanas vestidas?
¿Ventanas con personas?
¿Ventanas con gran colorido?
¿Ventanas rurales?
¿Ventanas distorsionadas?
¿Trozos de ventanas?
¿Paredes junto a las ventanas?
¿Clavos o enganches de las ventanas?
Nos hemos ido moviendo desde un trabajo “con” ventanas a un trabajo “de” ventanas para terminar con un trabajo “contra” las ventanas.
De la primera obra a la última veremos que ya no parece un trabajo sobre ventanas, aunque sea un trabajo con ventanas. Y de ese camino saldrá algo "diferente" y sin duda más pulido y válido.