Incluso da igual si es una película de la época romana, sin querer y sin darnos cuenta, estaremos casi seguro añadiendo elementos del momento actual, pues lo construimos desde nuestra forma de pensar actual.
Si cogemos un texto de Lope de Vega, si quisiéramos montar una obra de teatro con su texto, veríamos que le tenemos que añadir casi todo. El texto es la historia, la sustancia, pero falta el plato, los cubiertos, las compañías, el ambiente, las luces, le mesa y el tiempo real junto a su ambiente.
Si analizamos hoy cualquier obra de arte pictórica y no somos capaces de abstraernos al tiempo en que fue creado, la estaremos viendo parcialmente con arreglo a lo que el artista nos quiso mostrar. Y eso que la pintura es la disciplina junto a la fotografía que más se acerca a la realidad. Pero a la realidad de su momento.
Una obra de arte es un momento tiempo, es un ambiente, un lugar. Un ballet ruso del siglo XIX nació allí y lo podemos ver ahora aquí. Pero a la hora de representarlo, de copiarlo para transmitirlo en el momento actual, hay que decidir cuánto del siglo XIX ruso queremos mostrar.
Pues no se trata solo de mostrar a unos bailarines moviéndose maravillosamente. Hay que añadir un espacio, una escenografía, una iluminación y unos colores, un ritmo, una música que podemos volver más o menos alegre o triste, un conjunto que puede ser más o menos numeroso y agrupado o desperdigado.
Si cogemos un texto de Lope de Vega, si quisiéramos montar una obra de teatro con su texto, veríamos que le tenemos que añadir casi todo. El texto es la historia, la sustancia, pero falta el plato, los cubiertos, las compañías, el ambiente, las luces, le mesa y el tiempo real junto a su ambiente.
Si analizamos hoy cualquier obra de arte pictórica y no somos capaces de abstraernos al tiempo en que fue creado, la estaremos viendo parcialmente con arreglo a lo que el artista nos quiso mostrar. Y eso que la pintura es la disciplina junto a la fotografía que más se acerca a la realidad. Pero a la realidad de su momento.
Una obra de arte es un momento tiempo, es un ambiente, un lugar. Un ballet ruso del siglo XIX nació allí y lo podemos ver ahora aquí. Pero a la hora de representarlo, de copiarlo para transmitirlo en el momento actual, hay que decidir cuánto del siglo XIX ruso queremos mostrar.
Pues no se trata solo de mostrar a unos bailarines moviéndose maravillosamente. Hay que añadir un espacio, una escenografía, una iluminación y unos colores, un ritmo, una música que podemos volver más o menos alegre o triste, un conjunto que puede ser más o menos numeroso y agrupado o desperdigado.
Sin contar que hoy le podemos añadir imágenes de fondo estáticas o en movimiento, podemos jugar con guiños al espectador, o a la hora de crear la escenografía debemos ambientarla como deseemos transmitir sensaciones.
Es una pintura de los años 1960 en España es normal que se refleje la falta de libertad, y en los años 2000 que se vea la confusión. Si esta obra no es de un autor español sino chino o ruso, se notará su procedencia espacial y temporal. Y eso es siempre un valor añadido que tiene el ARTE pues refleja notarialmente los tiempos.
La pregunta respuesta es sencilla ¿Por qué necesitaba la iglesia católica tantas obras sacras en el siglo XV mostrando a Cristo sufriendo, a demonios o ángeles? Era mera propaganda que había que explicar a una sociedad analfabeta a base de imágenes.
La obra que podemos ver arriba es una olla del pueblo peruano de Nazca, posiblemente con uno 2.000 años de antigüedad y que nos muestra a un Ser Oculado de cuerpo entero con ojos desorbitados, boca felina y como falsamente alegre que parece cobrar vida para saltar sobre nosotros. Una clásica obra religiosa de aquellos años en aquella zona en concreto.
Es una pintura de los años 1960 en España es normal que se refleje la falta de libertad, y en los años 2000 que se vea la confusión. Si esta obra no es de un autor español sino chino o ruso, se notará su procedencia espacial y temporal. Y eso es siempre un valor añadido que tiene el ARTE pues refleja notarialmente los tiempos.
La pregunta respuesta es sencilla ¿Por qué necesitaba la iglesia católica tantas obras sacras en el siglo XV mostrando a Cristo sufriendo, a demonios o ángeles? Era mera propaganda que había que explicar a una sociedad analfabeta a base de imágenes.
La obra que podemos ver arriba es una olla del pueblo peruano de Nazca, posiblemente con uno 2.000 años de antigüedad y que nos muestra a un Ser Oculado de cuerpo entero con ojos desorbitados, boca felina y como falsamente alegre que parece cobrar vida para saltar sobre nosotros. Una clásica obra religiosa de aquellos años en aquella zona en concreto.