Las dudas atacan en este nuevo siglo que vamos gastando a bocados. ¿Qué nos inventarán para entretenernos? ¿Y para sustituirnos?
¿Conseguiremos por fin una máquina capaz de sustituir al poeta y al escritor? Sería maravilloso. Así ya nunca más hablaría de libertad para vosotros. Solo para mi.
¿Tendremos máquinas capaces de componer poemas, cuentos novelas? Yo creo que ya las tenemos, cuidado. Y funcionan bien pues no cobran derechos de autor.
Es el futuro. No nos quieren ni para leer. Un simple titular impactante que entre por los ojos y a casa a comer sopas de ajo. ¿Tendremos ajos en el futuro?