Aprendemos con la edad y cuando más sabemos nos viene la enfermedad de nombre raro o nos apagan la luz. Por eso el ser humano no aprende lo que debería. Cree que se las sabe todas cuando tiene la edad en que es imposible que se las sepa. Y cuando ya se las sabe nadie nos escucha y estamos a punto de quedarnos a oscuras.
Hay culturas donde eso no es así, y no es que avancen más que la nuestra, la occidental simple, pero tal vez sean más felices porque intuyen que la vida no es todo saber y acumular sino repartir.