Podemos escribir con imágenes, con sonidos, de forma aleatoria, surrealista, incluso abstracta.
Podemos hacerlo incluso con palabras que vayan surgiendo de forma impredecible, o sin comas ni puntos. Incluso es posible intentarlo prescindiendo de algunas letras. Sin A o sin O por poner un ejemplo.
¿Y qué sale de todo esto? Escribimos para que nos entiendan… o no. Tal vez también podamos escribir para que resulte “bonito” o para vaciarnos. Incluso para dibujar con la escritura.
En los últimos tiempos ya no escribimos para que nos lean, sino para leernos. algo es algo.