¿Dónde empieza y dónde acaba el arte? Pues no hay puertas claras. Hoy una imagen tomada con nuestro teléfono móvil puede ser también arte, depende de muchos factores donde sin duda interviene también el buen gusto, el deseo de motivar, de agradar o de cabrear. Pero puede ser una bobada sin sentido que aunque tenga píxeles no sea una fotografía sino una sopa plana.
Sea o no sea arte urbano, una alcantarilla bien diseñada sin duda es calidad urbana, es sinónimo de que las ciudades cuando se convierten de verdad en algo más que una sucesión de calles y edificios, se convierten en lugares humanos donde disfrutar y descansar. La ciudad que mima sus alcantarillas al menos en teoría también mimarán sus parques y a sus ciudadanos.
Si os preguntáis en qué ciudad se fuma más y en donde son más cochinos, entraríamos a otro debate.