Un ramo de vida es un ramillete de deseos. Un conjunto de tus besos reunidos todos juntos y pintados de amarillo. Un gran tiempo juntos.
Hay momentos abiertos, instantes cerrados, tiempos de espera, dudas y certezas. Hay cambios de colores entre nosotros pues la piel se cuartea según la tocamos con las mismas manos de siempre.
Nunca vemos lo ajada que va quedando la senda que recorrimos, lejana ya, pues seguimos queriendo ver tan solo el futuro.
Lo de menos es lo que dejamos atrás. Lo de más, lo que todavía queda, que es mucho. Las flores amarillas siguen intactas.