Una imagen puede ser claramente un trampantojo visual. Puede parecer lo que no es. Estas cerámicas de una estación de Metro están realizadas para engañar. Las personas nos adentramos a los subterráneos y allí ya nada es natural. Son cuevas impersonales, oscuras, artificiales, donde se pierde todo contacto con lo natural. Y nos lo quieren recordar.
Y lo hacen además de una manera sutil, suave, sin que se note casi. También es labor del fotógrafo pillar esas escenas.