La historia de la artista cubana y estadounidense Ana Mendieta es triste por su final no aclarado, pero nos dejó sus obras y sus ideas y pensamiento. Arte conceptual, que trabajaba la fotografía, la escultura, la pintura, el arte corporal, los montajes y la poesía, que con 36 años dejó todo su camino a medio construir.
Os dejo una de sus “Siluetas” hechas en la tierra en muchas ocasiones para mezclar los componentes más apegados a la vida y a su vez al futuro de todos, la muerte y la conversión de nuestra sangre en polvo, en una simple silueta de recuerdos. Y unas palabras suyas.
"La cuestión de la integridad en la estética es una cuestión que me deja bastante atónita, porque soy una artista que piensa que el arte es ante todo un asunto de vocación. Ahora, la vocación es un factor que parece un límite que parece que tuviera que ver con el tipo de arte que alguien podría hacer. En otras palabras: pienso que un artista está incluso limitado a lo que él o ella puede dar a luz. Hago el arte que hago porque es el único que puedo hacer. No tengo elección. El filósofo español Ortega y Gasset dijo: «Ser un héroe, ser heroico, es ser uno mismo». Creo que esta declaración es especialmente importante si se piensa en la actitud que debe seguir un artista en sociedad. Si uno tiene una cierta capacidad para pensar: ¿cómo se puede ir por la vida sin cuestionarse uno mismo? Y si uno tiene una cierta capacidad para sentir: ¿cómo él o ella pueden quedarse indiferentes?"