Hoy me he encontrado con esta madre de familia y su pose cazando recuerdos, fotografiando a sus hijas. Es la fotografía documental más entendible de todas, la más útil y sencilla, la más agradecida y la que más miramos siempre. Un momento feliz, los hijos y la pareja, un lugar un tanto especial y un recuerdo que hay que cazar.
Es la clásica fotografía documental familiar, pues nada es más agradecido que tener un documento familiar de un momento feliz. Y nada tan sencillo para revivir ese tiempo que una fotografía.
Rápida de revisar, fácil de mantener a la vista, compartida con quien se quiere de forma sencilla, y donde el punto de vista de todos los protagonistas es fundamental. Incluido el de los actores, posando.
Rápida de revisar, fácil de mantener a la vista, compartida con quien se quiere de forma sencilla, y donde el punto de vista de todos los protagonistas es fundamental. Incluido el de los actores, posando.
Pero lo curioso es que la persona responsable es la que menos vemos en las imágenes. El fotógrafo es “el ausente” para el paso del tiempo y la revisión. Veremos su punto de vista, su personalidad con la decisión fotográfica. Pero no lo veremos a él o a ella.
¿Cómo sería en realidad el fotógrafo de miles de fotografías que se han hecho famosas, pero donde sólo vemos a los actores protagonistas?