Puestos a observar colores, debemos recurrir a los momentos. Todo está delante de nosotros. Simplemente hay que seleccionarlo y abrir los ojos. La naturaleza nos otorga infinitas maneras de ver lo mismo. Dependemos de nosotros para encuadra y tras ello ser capaces de ver lo que posiblemente no se vea con toda la facilidad del mundo.
¿Quién dijo que los pintores abstractos no saben lo que pintan?