Por eso es fundamental que conozcamos bien todos ellos, los practiquemos y sepamos qué pueden entregarnos, por si en un momento dado necesitamos utilizar uno u otro de ellos. Tanto de bases como de tipo de pintura o de herramienta con la que aplicamos el color.
Para ello os propongo un ejercicio muy sencillo.
Vamos a conseguir una tabla de madera básica, de las de bricolaje, de conglomerado o de MDF. Daría igual el tamaño, pues se trata de practicar, aprender, probar sistemas. Lo primero que vamos a realizar es darle una capa de una base o simplemente de una pintura acrílica blanca diluida algo, pues se trata de lograr una base barata y sin mucha delicadeza. No es necesario ni lijar ni dar más capas, pues será una madera para practicar.
A partir de este momento ya tenemos una base, un lienzo en madera o tela enmarcada, pero siempre algo que sea barato, pues es para practicar.
En mitad del lienzo o madera vamos a pintar unas líneas de arriba abajo en negro y en verde o azul. Nos van a servir como referencia a la hora de practicar diversas técnicas. Solo es para eso.
Ahora vamos a utilizar bien pintura acrílica u óleo, pero con diversas diluciones, para poder aprender a conocer mejor la capacidad que tiene cada media de ser opaco o transparente, e incluso la capacidad que según colores tienen cada uno de ellos en ser más o menos opacos sobre las capas inferiores, a la hora de pintar encima de ellas. Por eso hemos realizado antes esas líneas negras y de color.
Según vayamos diluyendo más o menos la pintura veremos que su capacidad de ser opaca o transparente cambia radicalmente. Estamos viendo qué capacidad tiene cada color para hacer transparencias, terminaciones húmedas y difuminados.
Podemos añadir a las líneas primeras otras líneas transparentes, opacas, húmedas con bordes difuminados o secas con bordes cortantes. Podemos practicar añadiendo acrílico encima de óleo seco en forma de capas de veladuras que modifique el resultado final. Capas que podemos hacer con pinceles, con los dedos, con un trapo o una esponja para ver distintas texturas.
A partir de este momento ya tenemos una base, un lienzo en madera o tela enmarcada, pero siempre algo que sea barato, pues es para practicar.
En mitad del lienzo o madera vamos a pintar unas líneas de arriba abajo en negro y en verde o azul. Nos van a servir como referencia a la hora de practicar diversas técnicas. Solo es para eso.
Ahora vamos a utilizar bien pintura acrílica u óleo, pero con diversas diluciones, para poder aprender a conocer mejor la capacidad que tiene cada media de ser opaco o transparente, e incluso la capacidad que según colores tienen cada uno de ellos en ser más o menos opacos sobre las capas inferiores, a la hora de pintar encima de ellas. Por eso hemos realizado antes esas líneas negras y de color.
Según vayamos diluyendo más o menos la pintura veremos que su capacidad de ser opaca o transparente cambia radicalmente. Estamos viendo qué capacidad tiene cada color para hacer transparencias, terminaciones húmedas y difuminados.
Podemos añadir a las líneas primeras otras líneas transparentes, opacas, húmedas con bordes difuminados o secas con bordes cortantes. Podemos practicar añadiendo acrílico encima de óleo seco en forma de capas de veladuras que modifique el resultado final. Capas que podemos hacer con pinceles, con los dedos, con un trapo o una esponja para ver distintas texturas.
Capas diluidas con material diluyente (agua o esencia de trementina o aceite de linaza por poner algunos ejemplos según lo que desees diluir. O capas que diluyas en su color añadiendo blanco pero sin diluir con medios acuosos o de aceite. Todo sirve para practicar y probar efectos finales.
Y para finalizar el ejercicio, un par de semanas después de haberlo realizado, prueba a barnizar con un pincel la mitad de los ejercicios que llenan tu panel de prueba, para saber de qué manera cambian los colores con el barniz.
Y para finalizar el ejercicio, un par de semanas después de haberlo realizado, prueba a barnizar con un pincel la mitad de los ejercicios que llenan tu panel de prueba, para saber de qué manera cambian los colores con el barniz.
Y ten apuntado en cada prueba y con rotulador o lápiz, que has realizado en cada brochazo o con qué tipo de pintura, en cada procedimiento, por si en algún momento quieres repetirlo usándolo en una obra final.
Deberías aprender con este ejercicio pero a la vez, debería servirte como referencia (si lo guardas) para saber qué se puede lograr con cada tipo de pintura, con cada marca incluso, con cada color de los que tienes, pues cada uno de ellos se comporta de manera ligeramente (o profundamente) distinto.
Deberías aprender con este ejercicio pero a la vez, debería servirte como referencia (si lo guardas) para saber qué se puede lograr con cada tipo de pintura, con cada marca incluso, con cada color de los que tienes, pues cada uno de ellos se comporta de manera ligeramente (o profundamente) distinto.