A veces las buenas imágenes se te escapan por no llevar las herramientas oportunas. Me sucedió en Amsterdam mientras íbamos a comer, con esta mezcla de realidad increíble. Una garza sobre el final de una escalera mirando de reojo, pero a su vez observada por un gato desde la ventana como preguntándose qué puñetas pinta este bicho tan grande cerca de mis posesiones. Iba sin cámara y el teléfono logró captar el momento, pero con una calidad muy mala. Ocasión perdida, aunque la supe pillar.
por eso en fotografía es imprescindible ir siempre con las herramientas mínimas. Hay cámaras de gran calidad, compactas de 1 pulgada, que te sacan de cualquier apuro y no ocupan casi espacio ni peso entre tus bolsillos. En este casi ni eso llevaba, efectivamente. Por falta de una batería de recambio.
Si vas a cazar imágenes, no te dejes en el hotel ni la cámara ni una batería de recambio perfectamente cargada. O luego soñarás con ello.