Es imparable, es inevitable, es incluso bueno. Vuelve la Navidad, ya está aquí, preparada, agazapada para caer sobre nosotros. Y sobre nuestros bolsillos. La Navidad es parte de nuestra forma de entender los años, de consumir los bolsillos, de ver luces y sombras, de discutir con nosotros. Y con los demás.
Creéis que se acaba el verano, que vamos a entrar en un otoño caliente, como todos, pero es mentira, lo que vamos hacer es prepararnos poco a poco para la Navidad. Os guste o no. Ya suenan los villancicos en la cosas de los diseñadores. Los catálogos se empezaron a fabricar en junio, esos van por adelantado.