Podríamos pensar que las luces de las botellas quieren volar, desean salirse de su encierro y aprovechar la puerta abierta para salirse de la cava, pero no es verdad.
Para eso estábamos allí nosotros, para sujetarlas y reprimirles sus deseos.
Sí, a todas ellas aunque fueran muchas, y acepto que no debió ser fácil, como respuesta vuestra. Y no lo fue.
Pero una luz deja de ser luz en cuando le apagas la luz.