Aquella obra instalada en un lateral de la iglesia actual, con muy mala iluminación fue descolgada para analizarla y al ver la firma en el reverso de Genaro Sarnelli del que sólo se conservan tres obras plenamente reconocidas, entendieron que era una obra única y muy importante.
Y con todos los permisos se la llevaron al Laboratorio de Arte de la facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia, donde María Gómez, profesora de la Universidad de Valencia y experta en pinturas quemadas, se puso a restaurar esta obra de "rarísima calidad" como ella la califica, no solo por la destreza del maestro Gennaro Sarnelli, sino también porque utiliza lapislázuli para el azul del manto de la virgen niña o cochinilla para el rojo de una manga. "Son dos pigmentos que sitúan la obra en una calidad altísima".
Posiblemente la obra fue encargada por alguna autoridad de Nápoles de donde era el autor, en los años en los que ese territorio pertenecía a la Corona de Aragón. Y muy posteriormente traída hasta las tierras de Teruel. En la imagen vemos el aspecto de la obra entes de ser restaurada y después.