Esta obra al óleo sobre lienzo se encuentra en el Museo Orsay de París y tiene poco más de un metro de ancha. Obra clásica del impresionismo representa la vida moderna del París que conquista al mundo con su cultura y no con sus soldados. Es una obra de un Monet casi joven que afianza su particular manera de entender la luz y los momentos con el uso de colores “que impresionaran” al espectador. Cazan la sensación del instante sin importarles demasiado las formas, sino el color, la impresión del instante “cazado” de forma rápida.