Está fechada a principios del siglo XVI, y estuvo en el convento de Santo Domingo de Valencia, en lo que era la capilla de los Reyes. Los últimos estudios atribuyen la obra al taller de El Bosco, con posible participación del Maestro en parte de su elaboración.
Pero al margen del autor, hay algo muy interesante en esta obra, como en muchas de su época. Son los personajes, las caras, los gestos, sus ropas o sus cortes de pelo, sus miradas. Es un conjunto que casi parece fotográfico, incluso psicológico, donde se mezclan falsamente momentos históricos diversos, para hacer más creíble el conjunto a una sociedad no muy formada.
Pero al margen del autor, hay algo muy interesante en esta obra, como en muchas de su época. Son los personajes, las caras, los gestos, sus ropas o sus cortes de pelo, sus miradas. Es un conjunto que casi parece fotográfico, incluso psicológico, donde se mezclan falsamente momentos históricos diversos, para hacer más creíble el conjunto a una sociedad no muy formada.