El arte religioso está compuesto de viñetas de las historias que se querían contar a los feligreses. Pero es sobre todo el arte católico el que más conocemos, pues en la mayoría de las religiones no se ha dado la misma importancia a la representación de escena religiosas, como en el catolicismo.
Muy posiblemente gran parte del éxito de alguna religión ha sido saber explicar con imágenes —a las personas de cultura escasa que no sabían leer— las ideas que se contenían en sus historias.
El judaísmo o el islam no emplean imágenes para intentar explicar sus mensajes. Lo hacen con la palabra y con los textos sagrados.