Un garaje no siempre tiene que ser un lugar soso y oscuro. Ni blanco inmaculado lleno de luz. Puede ser también un lugar preparado para recibir arte, y dejarse acariciar con la belleza.
Depende de los dueños y de sus decisiones comunales ¿no? Es una forma elegante de ponerle una mirada nueva a un garaje aburrido.
Este garaje está en Ibiza.