Las abejas son muy cabezonas, mientras que a la vez también son muy trabajadoras y tímidas.
Donde meten la cabeza meten el cuerpo, sin importarles que se queden atrapadas en el color o en la faena.
No miran atrás, si acaso a los lados.
Y lo curioso es que no sacan la cabeza ni para respirar, así que es imposible cazarlas al vuelo.
Existir existen, lo vemos en esta fotografía, pero de casualidad.
Donde meten la cabeza meten el cuerpo, sin importarles que se queden atrapadas en el color o en la faena.
No miran atrás, si acaso a los lados.
Y lo curioso es que no sacan la cabeza ni para respirar, así que es imposible cazarlas al vuelo.
Existir existen, lo vemos en esta fotografía, pero de casualidad.