La pintura popular, esos pequeños cuadros casi de aficionados que se pueden ver en algunos locales a modo de simples objetos decorativos, son también instantáneas pintadas que intentan reflejar la belleza del momento y del lugar. Y son sobre todo artesanías realizadas como forma creativa de ganarse la vida o de disfrutar con el arte sencillo. Por ello son ejemplos de respeto, aunque no alcancen sus autores ni la fama ni la perfección.