No solo lo creo, sino que los datos lo demuestran. Gran parte de mi trabajo se ha centrado en compositores, artistas visuales y filósofos, en qué trabajaban a lo largo de los siglos, y es increíble... Siempre han trabajado juntos.
La actividad más importante se llevó a cabo donde se dio esta circunstancia: Italia, Florencia, Roma, París. Y sucede lo mismo en la industria del software en la actualidad. Sin duda, la creatividad es contagiosa. La gente dice que es por el conocimiento tácito.
Si trabajas con un grupo de personas que son muy creativas, aprendes de ellas lo que no puedes aprender a través de un ordenador y también se crea cierta competencia. Todos los datos demuestran que es contagiosa. En otras palabras, trabajar juntos nos beneficia a todos.
John W. O’Hagan, Trinity College, Dublín