De aquellas estampas surgió una forma de “ver” la religión, sobre todo en familias con pocos recursos educativos. No se les podía dar una Biblia pues no sabían leer, pero en cambio una estampa servía casi como de amuleto.
Dejo dos ejemplos de estas estampas que se imprimían en pequeño o en tamaño A4 ó incluso A3, según familias, en huecograbado, tipografía o litografía. E incluso como es el ejemplo de estos dos estampas, se enmarcaban en servían para los viacrucis en el interior de las iglesias de las pequeñas localidades.