El artista callejero Blu nos plantea en esta intervención suya una pregunta muy simple. ¿Es la tierra, ya, un pastel de basura escondida?
Pero de basura en todos los sentidos. Basura de esos desechos inservibles, pero también basura moral, basura disfrazada de hermoso pastel que nos ofrecen para picar sobre él.
Curiosamente la persona que nos ofrece la mierda es una dama de cadena de oro en la muñeca. Blu se la podía haber ahorrado, pero no quiso, la remarcó bien. Quien nos ofrece la basura es quien la domina, quien saca beneficios de ellas. Quien nos engaña pintándola de verde.