28.1.18

Tres variables para provocar aprendizaje

Hoy son tantas las herramientas de que disponemos para crear o modificar lo que tenemos entre manos, que tan solo es necesario tener ideas y desear darles formas. He elegido una imagen sin mucho sentido, un paseo por la orilla de la playa de Malvarrosa de Valencia en una mañana de enero. Nada interesante, pues deseaba precisamente jugar con algo más o menos aburrido.

A partir de esa imagen, que podría ser la de arriba a la izquierda, he realizado tres variables simplemente con retoques simples, sin filtros especiales. En la cuarta imagen sí he cambiado canales para darle otros aspecto.

A partir de estas cuatro imágenes sí se puede hablar ya de sensaciones, de explicaciones o de motivaciones para acompañar un texto. Una es casi un nocturno, otra es una imagen fría, mientras que la última es una imagen que llama el desconcierto, a lo imposible, al juego.

Este ejercicio es muy sencillo y no dice nada. Pero si somos capaces de acompañarlo de “algo más”, o si somos capaces de hacer los mismos efectos a imágenes que sí digan algo, o simplemente creamos series de imágenes que se ayudan las unas a las otras, ya estaríamos creando algo más interesante.

Tenemos pues que aprender a realizar lo que queremos hacer, sabiendo que medios tenemos muchos. Tenemos que saber qué queremos y de qué forma lo queremos presentar. Y tenemos que darle sentido y forma completa para que “el todo” se acompañe él solo de cada una de sus partes.