Marta Palau, artista catalana y mexicana, puede que a partes iguales, nos muestra en esta obra ese dolor de las carreteras secundarias que tienen que andar los inmigrantes para ir en búsqueda del futuro vital, para escapar del hambre y de la indignidad, de la injusticia y el dolor.
…No me desampares,
y que la puerta que quiera abrirse en mi camino,
sea tu Mano Poderosa la que también me la cierre
para no entrar en ella si no me conviene,
o me la dejas abierta
si ha de volver mi tranquilidad
tanto tiempo deseada.
A tus pies dejo esta súplica
que te hace un alma obligada por el destino
a grandes sufrimientos,
que ya no puede combatir
si tu mano poderosa no detiene la ley de la razón…
Oración a la Mano Poderosa.