Creo que las paredes de España son en muchos casos árabes. En sus colores, en nuestra cocina, sabores y olores, en algunas costumbres, con bastantes pensamientos sociales que se van perdiendo. España es Europa como lo es africana. Somos la mezcla de culturas, de historias, de sangres, de luchas que siempre se pierden.
España es también judía, y celta y bárbara y pirenaica. No toda la España es igual de árabe. Depende de los siglos de asentamiento, de los siglos de serlo sin mezcla. Aunque también es posible que muchos no seamos árabes y descendamos de los guerreros matamoros, de los degolladores de árabes civiles, de los de casco y lanza, de los soldados vencedores.
Somos lo que somos, pero lo que nos queda en la historia hay que admitirlo como un activo positivo. España fue muchos siglos árabe.
Esta ventana es de Málaga.